Lo que tú siembras de eso cosecharás y los más cercanos a ti son los que comerán de ese fruto ya sea bueno o malo..
No te comas el fruto con la semilla. Recuerda que para volver a tener fruto es necesario volver a sembrar la semilla
Dios nos da la semilla, pero como nosotros lo que sembramos la semilla y la cuidamos.
DE LO QUE SIEMBRAS COSECHARÁS
El verano pasado queríamos decorar la casa y dentro de las decoraciones yo quería tener un cactus me parecía muy llamativo. Decidí comprar un cactus pequeño y ponerlo encima de la mesa de entrada. El cactus no duró ni tres días en mí casa ya que tenemos niños pequeños y al final del tercer día ya todos se habían lastimado con el, tenían espinas en los dedos, mi esposa se lastimo varias veces tratando de quitarte el cactus a los niños.
Aunque mi esposa me dijo que no era buena idea comprar un cactus, que los niños se podían lastimar , yo le dije que teníamos que enseñarles a no tocar y no tome en consideración su consejo, al final todos salieron heridos. Yo Decidí ser egoísta y traje a mi casa una planta que lastimó a mi familia. Mi intención nunca fue lastimarlos yo solo quería un cactus. Si yo hubiera traído unas semillas de tomate , todos hubiéramos disfrutado de ese fruto y la historia hubiera sido otra.
Lo que tú siembras de eso cosecharás y los más cercanos a ti son los que comerán de ese fruto ya sea bueno o malo.
“ No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna “.
Gálatas 6:7-8 NTV
Escrito por Steven Perea, basado en la prédica del 30/10/2022
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