
El Día de Acción de Gracias es una celebración de origen europeo, específicamente de la cultura inglesa. Se conmemora el año de cosechas y se agradecen las bondades de la tierra. A Dios se le da gracias por un año de abundancia y provisión.
Según la Enciclopedia Canadiense, el primer Día de Acción de Gracias celebrado en Canadá fue el 6 de noviembre de 1879, aunque las poblaciones indígenas ya realizaban celebraciones para honrar la cosecha de otoño mucho antes.
Cada año, el Día de Acción de Gracias en Canadá se celebra el segundo lunes de octubre (en los Estados Unidos se celebra el cuarto jueves de noviembre). Durante esta festividad, es costumbre agradecer a Dios e invitar a familiares y amigos para compartir las bendiciones recibidas.
Solo hubo un Día de Acción de Gracias excepcional, que fue durante la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando el gobierno de Canadá solicitó que las celebraciones se limitaran al núcleo familiar.
Sin embargo, como hijos de Dios, debemos tener una actitud agradecida, no solo el segundo lunes de octubre o en noviembre como en los Estados Unidos, sino cada día de nuestras vidas.
"Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús." (1 Tesalonicenses 5:18 NTV)
Estar agradecidos en todo es la voluntad de Dios para nosotros. ¿Por qué? Porque sin fe es imposible agradar a Dios. Cuando Dios nos pide que algo sea importante, no lo hace porque sea relevante para Él, sino porque es vital para nosotros.
El agradecimiento es una demostración de fe. El origen de todos los pecados es la incredulidad, por lo que sin fe, no es posible agradar ni agradecer a Dios. Agradecer es confiar en que lo que tenemos o anhelamos proviene de Él. Un corazón agradecido es un corazón lleno de fe, una fe en alguien que siempre estará presente para cuidar de nosotros, proveer y amarnos incondicionalmente. Una fe en Jesucristo, quien dio su vida por nosotros para que podamos ser salvos y volver a casa con nuestro Padre Celestial.
Hoy, en este Día de Acción de Gracias, tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Al sentarte a la mesa con las personas que amas, no solo agradezcas por la comida, sino por todo lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en tu vida.
Escrito por Víctor Preza basado en la prédica del día 12/10/2024
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